Un beso para osito

Else Holmelund tiene una deliciosa serie de libros con las aventuras de osito. En esta ocasión, osito hace un dibujo y le sale tan bien que decide regalárselo a su abuela. Doña gallina lleva el dibujo de osito hasta casa de la abuela y esta, muy contenta, le pide que le lleve un beso de su parte a osito.

El beso va a dar muchas vueltas, porque doña gallina se lo dará a una rana, que se lo dará a un gato, que se lo dará a don Mofeto, que se lo da a doña Mofeta, hasta que por fin lo recupera Doña gallina y se lo entrega a osito.

Es una historia muy simpática y tal y como lo contamos resulta bastante divertida. Osito hace el dibujo con la ayuda de los niños. Quiere dibujar algo que no haya dibujado nunca. Un ser extraño y fantástico, ¡un niño! Claro, oso vive en el bosque y sabe cómo son los osos, los zorros, las gallinas... ¡Pero nunca ha visto un niño! Y el público le ayuda a dibujarlo.

Cuando se cuenta en colegios es muy divertido, porque según las edades de los niños siempre se comportan de un modo u otro. Los más pequeños le dan una descripción exacta y correcta y no le dejan equivocarse, dos ojos, una nariz, dos manos... Pero en cuanto son un poco mayorcitos empiezan a bromear con osito y a tomarle el pelo y le piden que le ponga cuatro manos, seis ojos... No falla.

El resto de personajes del cuento, la gallina, la rana y el gato son juguetes infantiles que aparecen en escena. Y las mofetas son dos títeres de calcetín.